Los ponis de pozo

 Los “ponis de pozo” eran caballos mineros que vivían en la oscuridad bajo tierra acarreando vagones de carbón pesado Estos caballos o "ponis de pozo" fueron privados de experimentar la luz del sol y el aire fresco. En cambio, vivían en la oscuridad bajo tierra, confiando en sus instintos y en la guía de sus parejas humanas, conocidas como conogons.

 Estos caballos nacieron, trabajaron y perecieron en la oscuridad, aguantando un trabajo agotador. No era raro que un solo caballo se detuviera solo ocho vagones de carbón pesado. A pesar de sus circunstancias difíciles, estos animales mantuvieron su dignidad y eran conscientes de sus derechos, como negarse a moverse si se sentían cargados con carros excesivos. 

También poseían un notable sentido del tiempo, sabiendo cuándo debería terminar su jornada laboral y encontrando su camino de regreso a los establos incluso en la oscuridad. Este exigente trabajo de caballos en las minas continuó hasta 1972, cuando la tecnología se hizo cargo, marcando el fin de una era. El 3 de diciembre de 1972, Ruby, el último caballo de minero, emergió de las minas en gran manera. Acompañado por una orquesta, Ruby, adornado con una corona de flores, fue sacado de la oscuridad, simbolizando la conclusión de la era de los caballos mineros y sus socios connogon. Para conmemorar su trabajo compartido bajo tierra, una composición escultórica llamada "Conogon" fue erigida dentro del Museo-Reserva "Cerro Rojo".



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