Coco

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 (Cocos nucifera). Palmae, Cocotero (la planta), Palma de coco. Es natural de las India Orientales (Malasia). El agua de coco es el único elemento que se ha usado en el laboratorio para conservar y crear vida. Tanto la pulpa del coco como la leche contienen muchas propiedades curativas y nutritivas.

Propiedades: Con muchas sales minerales y vitaminas A, B, E; su importancia sólo se asemeja a la del árbol del pan, el trigo, el maíz, la yuca, la papa y los frijoles. Contiene agua (93%), proteínas, fibra, azúcares (30%), hidratos de carbono, grasas, calorías, celulosa, riboflavina, niacina, vitaminas A, B1, B2, PP, C, calcio, fósforo, hierro, potasio, sodio, magnesio, azufre, cloro, silicio y bario. 

  Donde abunda el Coco, las mujeres crían a menudo sus bebés exclusivamente con la leche de coco, pues esta impide el desarrollo de enfermedades; forma la sangre, órganos fuertes y sanos, fortifica el estómago y los intestinos. Se puede consumir como fruta, fresca, en batidos y cocadas. El Coco contiene mucha proteínas con la que  se adquiere fibra muscular y sirve para el cerebro. Por su riqueza de calcio y fósforo fortifica la piel, uñas, dientes, músculos y tejidos nerviosos. Es un alimento nutritivo y energético. Es buen sustituto de los huevos y la leche. 

  Se prepara Agua de Coco, licuando 2 cucharadas soperas de pulpa de Coco con una taza de agua; se cuela y se agrega algo de miel. Esta agua forma sangre sana y fortifica el estómago y los intestinos. 

  El Coco es un buen alimento por su contenido de agua vegetal, aceite y albúmina; recomendado para niños, ancianos y convalecientes, enfermos de los nervios, débiles y personas con memoria deficiente. Los efectos curativos del Coco se deben sobre todo a su contenido de magnesio. El cuerpo lo necesita para la conservación de la tensión muscular, y se considera indispensable para la defensa contra las alteraciones cancerígenas de las células.

Precauciones: La pulpa no es muy digerible; no se debe consumir con lácteos por cuanto sus grasas son diferentes (una es de origen animal y la otra de origen vegetal; lo que las hace incompatibles). Tampoco se debe mezclar con huevo. 

No conviene a los obesos, a los que padecen diarreas, enfermos del hígado y la vesícula biliar, exceso de colesterol, hipertensión, arterioesclerosis y enfermedades del corazón por la grasa que posee. No debe comerse como postre. 

El Aceite de Coco es muy pesado, y no se recomienda su consumo; pero es excelente como desinflamante y para calmar los dolores de las hemorroides; para esto se coloca en la zona afecta un paño empapado en aceite de Coco y se cubre con otro seco.

Para los riñones se cocinan las mechas del coco con el cabello de mazorca y se toma el liquido, en ayunas. Para curar la tos; a un coco con su cubierta fibrosa, se le abre y se introduce panela y luego se tapa la abertura y se pone al fuego no tarda en deshacerse la cubierta, así se consigue el jarabe. Se toma una cucharada cada 2 ó 3 horas. 

Salud: La carne de coco es buena para enfermedades de los nervios, agotamiento, falta de memoria, afecciones pulmonares, cólicos, dispepsia, abscesos hepáticos. 

El agua de Coco es muy nutritiva y curativa; es buena para todas las afecciones de la vejiga. 

  El agua de Coco se prepara así: con una prensa se saca una buena leche de la carne del coco; la cual es una bebida nutritiva, mineralizante y neutralizante de la acidez, útil contra la arterioesclerosis. Se requieren 75 gramos de Coco molido, y 300 ml de agua caliente. Al coco en una vasija, se añade el agua caliente. Se remueve la mezcla y se deja enfriar. Se cuela con una muselina doble y se exprime. La pulpa y la leche de Coco tomadas en ayunas provocan la expulsión de algunas clases de tenias. Es desinflamante, diurética y desintoxicante. Los Cocos no maduros contienen leche abundante. Controla la digestión difícil, débil y lenta; cólicos y enfermedades del intestino, de la piel y de los nervios.